Después de tanto tiempo, los buenos días están aquí.
Nuestra filosofía es la alegría.
miércoles, 25 de diciembre de 2013
Para dos extraños con recuerdos en común.
La parte triste es,
que no lo recuerdo.
Los días buenos,
los días malos,
cualquier día contigo.
Sólo recuerdo
que en tres años
me hiciste más feliz
de lo que cualquiera
lo había hecho,
pero al mismo tiempo
me hiciste inmensamente triste.
Sin embargo,
recuerdo tu voz,
tu cara, tu sonrisa,
tu risa.
Pero no puedo recordar
estar contigo en lo absoluto.
que no lo recuerdo.
Los días buenos,
los días malos,
cualquier día contigo.
Sólo recuerdo
que en tres años
me hiciste más feliz
de lo que cualquiera
lo había hecho,
pero al mismo tiempo
me hiciste inmensamente triste.
Sin embargo,
recuerdo tu voz,
tu cara, tu sonrisa,
tu risa.
Pero no puedo recordar
estar contigo en lo absoluto.
lunes, 2 de diciembre de 2013
¿Cómo elegir tu pareja para toda la vida?
1- Elige a alguien como si fueras ciego. Cierra los ojos y observa qué puedes sentir de esa persona, de su gentileza, su lealtad, su comprensión, su devoción, su habilidad para ocuparse de ti, su habilidad para cuidar de sí mismo como un ser independiente. En nuestra cultura nos basamos mucho en lo que vemos con nuestros ojos externos. Pero cuando miramos al objeto de nuestro amor, es mucho más importante lo que vemos con los ojos cerrados.
2- Elige a alguien que tenga la habilidad de aprender. Si hay algo que verdaderamente hace diferencia entre un amante para toda la vida y uno fugaz, es una persona que tenga la habilidad de aprender. Dice el refrán “el ignorante es poco tolerante”. Aquellos que no pueden aprender cosas nuevas, ver las cosas a la luz de lo nuevo, ser curiosos acerca del mundo y de cómo funcionan las cosas o las personas, a menudo se cierran y dicen. “No, esto tiene que ser así, de este modo” y para una relación de toda la vida es mejor estar con alguien que se abra y se cierre aprendiendo y evolucionando.
3- Elige a alguien que quiera ser como tú, fuerte y sensible a la vez. Para no confundir el significado de estas palabras, no relacionarlas con la rigidez y la fragilidad. La fuerza en el sentido en que es fuerte un árbol: pueden soplar fuertes vientos pero se sostendrá porque es flexible y se moverá para adelante y para atrás con el viento. Y en cuando a la sensibilidad, estoy hablando de ver, estar alerta a las cosas que están alrededor de uno. Algunas personas pueden necesitar una pequeña ayuda en esto, pero a menudo en algún en algún lugar profundo en su mente, o en su corazón, ya están despiertos y alerta a todas estas cosas, si bien no saben cómo articularlas. Y es por eso que el número 2 es tan importante: la habilidad para aprender. Puedes tener todas las posibilidades, todas las potencialidades del mundo para ser amable, amoroso, devoto, bueno y el mejor amante conocido del género humano pero si no puedes aprender a desarrollar ese potencial. ¡Entonces no sirve de nada!
4- Elige a alguien que cuando lo hieras, sienta dolor y te lo muestre. Y viceversa… elige a alguien que cuando te hiera, vea tu dolor y lo registre. Esto es muy importante. Hay muchos modos en que la gente muestra el dolor. A veces reclamando es una de las cosas que hacen las personas más extrovertidas. Reclaman, se vuelven locos… pero es su propia expresión de dolor. Lo peor es cuando le haces a tu compañero algo que no es amable, o que es impensado y él no muestra reacción. Como si no se permitiera a sí mismo mostrarse verdaderamente humano en tu presencia. Pasamos por muchas relaciones o unas cuantas, antes de encontrar a alguien con quien querríamos pasar nuestra vida. Sentimos las heridas en tantas relaciones que empezaban con grandes esperanzas pero que terminaban con fallas y accidentes. Por otro lado, te vas a encontrar con otro que no está intacto, que también está herido de algún modo. Como resultado de esto es que la habilidad de tu compañero de mostrar su dolor es tan importante como su habilidad para percibir tu dolor. ¡Es muy importante! Porque por naturaleza de las relaciones hay momentos de tensión en que presionamos o hicimos algo que lastimó al otro y esto no puede ser evitado completamente, pero no debe ser la misma herida una y otra vez. La gente tiene que aprender cada vez. Puede que alguien haya acumulado enojo y sufrimiento, heridas de los amantes anteriores, y haya adquirido así la habilidad de herir al nuevo amante y hasta ser desbordado por el deseo de herirlo. Entonces debe ser capaz de parar, de detenerse cuando ve el dolor en la otra persona.
5- Elige a una persona que tenga una vida interior. Trabajando, dibujando, escribiendo, a través de la meditación, la religión, algo que ame. Elige a una persona que esté en viaje y te vea como a un compañero de camino, un compañero de viaje. La habilidad para estar completamente con el otro y al mismo tiempo enteramente separado es muy importante. Las relaciones son cíclicas y hay momentos para estar muy cerca el uno del otro y otros momentos para apartarse.
6- Elige a alguien que tenga pasiones similares a las tuyas en la vida. Una relación construye una memoria. Estas memorias, lo compartido, son el “pegamento” lo que une la relación. Por el placer que es recordar buenos tiempos juntos, pero también los tiempos duros. Si no hay nada que verdaderamente disfruten juntos, es muy difícil pasar estos tiempos con el otro. Aun cuando cada uno pueda ser muy distinto del otro y hacer cosas muy diferentes, tiene que haber algo, algo tan simple como descansar juntos en la bañera o secarse juntos el pelo al sol, o dar vuelta a la manzana cada noche, o cualquier cosa de estas muy simple… sé que estarás pensando, cepillarse juntos los dientes a la mañana… Si, poco más que esto.
7- Elige a alguien que tenga valores similares. En cuanto a tener hijos, al nacimiento de los niños, la familia, roles de hombres y mujeres y las ideas acerca del dinero y la religión. Tal vez todas estas cosas juntas son el ideal y no las puedas encontrar todas sobre todo al principio de la relación, pero puedes tener esto en cuenta. Elegir a alguien que tenga valores similares tiene que ver con disminuir las fricciones en la relación y estas cosas deben sintonizarse si ha verdadero compromiso. Esta sintonía debe darse también en un nivel pragmático y cuando se da en estos niveles prácticos en más fácil que pueda darse en otros niveles más sutiles.
8- Elige a alguien compasivo, a alguien que sea capaz de escuchar, a alguien que te dé tiempo. Particularmente si eres una persona impulsiva, al tener un compañero que no sea tan impulsivo como tú, eventualmente hallarás cierta lentitud que será buena para ti. También alguien que sea un poco lento, al estar con un compañero que sea bien distinto se acelerará un poco. Y podrán después de un tiempo hallar un ritmo propio de la relación. A veces las personas tienen que estar ocho o nueve años hasta tener este ritmo completamente desarrollado. Lleva tiempo construir un milagro… no un milagro porque estén juntos sino por la fuerza que hay en el centro de una relación por la profunda guía del amor.
9- Elige a alguien que se pueda reír de sí mismo. Poder hacer un chiste y reír de la situación y de sí mismo es muy importante. Pero supongamos que no tienes un compañero muy chistoso, elige a alguien que pueda parar una discusión y aprender a reírse de la situación (vuelve al punto 2, alguien que tenga habilidad para aprender)
10- Elige a alguien a quien puedas tolerarle las fallas y características. En los momentos de tensión y cansancio, las cosas que más te atraerían de un compañero, las cosas más encantadoras, serían las que después te volvería loca… Así que no pienses que podrías vivir con alguien que tiene cosas que realmente molesta a las otras personas y que para ti no son importantes porque él o ella las está haciendo y él o ella es tu amante. Hay algunas cosas que son intolerables en cualquier relación sea el matrimonio o las sociedades y los negocios. Tales como el alcoholismo, el abuso sexual, el juego, las actividades criminales, Una persona que no dice la verdad, una persona que no te puede mirar a la cara, una persona por la que no podrías dar fe, una persona que puede hacer cualquier cosa por tapar sus errores. Todo eso sería construir una relación en un terreno inseguro.
11- Ser amigos y no-solo amantes. Y no es solo que digas “si yo sé lo que eso significa, significa que me guste y que lo ame” Significa más que eso y un modo de juzgarlo es pensar. ¿Harías por tu pareja lo que estás dispuesta a hacer por tu mejor amigo? ¿Estás dispuesta a escucharlo, estás dispuesta a hablar de las cosas de las que él tiene ganas de hablar, a prestar atención a los detalles de lo que dice o tiene ganas de hacer? Esto no significa que tengan que estar cuidándose el uno al otro siempre y para siempre, pero sobre ciertas bases y en algunos detalles por cierto que deben hacerlo. Entonces cuando pienses en lo que harías por tu mejor amigo y en lo que harías por tu amante, las cosas se aclararán para ti.
12- Elije a alguien que haga tu vida más grande y no más pequeña
lunes, 11 de noviembre de 2013
Cuando la decencia parece que estorba
Cuando la decencia parece que estorba
Por: Josefina Vázquez Mota
Recientemente un amigo me comentó que él y su esposa, en el auto familiar, platicaban de los excesos, lujos y frivolidades de un líder sindical, mismos que sin duda se financiaba con las cuotas que los trabajadores pagan a ese sindicato para que defienda sus intereses. Su hijo de 9 años de edad los escuchaba en el asiento trasero y de pronto intervino en la plática para preguntar: ¿Y ustedes no pueden hacer nada? ¿Papá, tu no puedes hacer nada?. A mi amigo lo invadió una sensación de frustración y no supo que contestar.
La decencia, que conforme al diccionario es actuar justa y honradamente, parece ser hoy un estorbo para miles de mexicanos cuyo único sueño y propósito es lograr mejores condiciones de vida para ellos y sus familias. Vivir con decencia en México parece ser un costo para avanzar económicamente y vivir en paz. Una parte de la sociedad mexicana parece pedir a gritos a los mexicanos dejar de lado la decencia.
Hoy la decencia parece que estorba a todos aquellos ciudadanos que honrada y justamente emprenden, arriesgan y deciden abrir sus negocios. Muchos de ellos ahora se ven obligados a cerrarlos porque no pueden trabajar en paz y bajo la protección de la ley. Por falta de voluntad, capacidad o ambas, muchas autoridades eligen el camino fácil, y "pactan la ley". El resultado es una desenmascarada impunidad: los derechos y prebendas de quienes violan la ley valen más que los ciudadanos honrados.
La decencia parece que estorba cuando el crimen organizado soborna, amenaza, chantajea, cobra piso y asesina a quienes se cruzan en su camino, a quienes leales a la justicia y la honradez intentan cumplir con su deber. Así han muerto alcaldes, comerciantes, agricultores, trabajadores, jóvenes, mujeres que optan por el camino de la decencia y se rehúsan a pagar. Hoy en muchos territorios del país, la ley de los delincuentes está por encima del Estado, lo que obliga a los ciudadanos a buscar protección y seguridad, incluso bajo los mismos criminales.
La decencia parece que estorba a los políticos que no quieren someterse al chantaje del presupuesto, a quienes no aceptan dar "comisiones" por adelantado y rechazan aceptar empresas que acompañan estas negociaciones por parte de algunos liderazgos, la decencia estorba e incomoda a quienes no permiten prebendas ni privilegios, ni se coluden en negocios personales y de grupo a cambio de votar una ley o aceptar "línea" y obedecer aún en contra de los intereses de sus votantes, y más grave aún contra lo que conviene al país.
Cuando una autoridad traiciona al ciudadano por presiones o por corrupción está minando nuestra incipiente democracia y le está dando armas al gobierno para que restablezca un sistema de controles que facilita los abusos a la población.
La decencia parece que estorba también cuando algunos gobernantes ofrecen financiar campañas, puestos y candidaturas a cambio de obediencia y sumisión. La decencia estorba cuando existen políticos que creen que todo se puede comprar.
Cuando los ciudadanos padecen el derroche de quienes les gobiernan e impunemente pagan con sus impuestos excesos y frivolidades que en otros países los obligarían a renunciar.
La decencia parece que estorba en una sociedad que no privilegia el mérito individual, sino el compadrazgo. Estorba a los ciudadanos que enfrentan en lo cotidiano la debilidad de nuestras instituciones, cuando quienes hacen negocios con gobiernos se enriquecen en meses y acumulan fortunas que a ciudadanos honrados les costarían generaciones completas. La decencia estorba cuando algunos obtienen enormes ganancias de una renta que jamás tendrían en un mercado con reglas claras y competencia.
Sí, la decencia estorba además a quienes reclaman y merecen justicia. Las familias cuyos hijos o seres queridos han sido secuestrados, amenazados e incluso asesinados y ven salir libres por las puertas de la prisión a los delincuentes, se topan con un muro de impunidad. Estorba también a quienes deciden no sobornar y se entrampan por años en procesos judiciales. Los ciudadanos honrados están en múltiples ocasiones indefensos bajo el amparo de nuestro sistema de justicia.
Es claro que en México hoy parece que estorba la decencia, pero renunciar a ella sería perder la esperanza, la confianza y regalar nuestro futuro. A México lo sostienen las mujeres y hombres trabajadores y honrados.
Si corromper es echar a perder, ha llegado el momento de trabajar unidos a favor de una cultura de la legalidad que es indispensable para hacer viable el estado de derecho. Aún frente a leyes muy elaboradas, como sostiene Leoluca Orlando, sin una cultura de la legalidad, la búsqueda de la justicia y la honestidad quedarán siempre en un segundo plano, por debajo de la corrupción y la impunidad.
Hasta que ser honesto sea más rentable que ser corrupto, es urgente seguir construyendo ciudadanía y reconocer a quienes deciden, no obstante las dificultades y obstáculos, optar cotidianamente por la honestidad, el esfuerzo y el mérito como forma de vida.
Manuel Gómez Morin, reconocido post-mortem con la medalla Belisario Domínguez este año, creía que el esfuerzo de los mexicanos por cumplir su deber permitiría un renacimiento de la ciudadanía, esa ciudadanía que es la "base en la que puede fincarse la vida limpia y libre de una nación".
La respuesta a nuestro malestar social no consiste en hacer de lado la decencia, sino hacer de la decencia una forma de vida y en ponerla de nuestro lado.
Por: Josefina Vázquez Mota
Recientemente un amigo me comentó que él y su esposa, en el auto familiar, platicaban de los excesos, lujos y frivolidades de un líder sindical, mismos que sin duda se financiaba con las cuotas que los trabajadores pagan a ese sindicato para que defienda sus intereses. Su hijo de 9 años de edad los escuchaba en el asiento trasero y de pronto intervino en la plática para preguntar: ¿Y ustedes no pueden hacer nada? ¿Papá, tu no puedes hacer nada?. A mi amigo lo invadió una sensación de frustración y no supo que contestar.
La decencia, que conforme al diccionario es actuar justa y honradamente, parece ser hoy un estorbo para miles de mexicanos cuyo único sueño y propósito es lograr mejores condiciones de vida para ellos y sus familias. Vivir con decencia en México parece ser un costo para avanzar económicamente y vivir en paz. Una parte de la sociedad mexicana parece pedir a gritos a los mexicanos dejar de lado la decencia.
Hoy la decencia parece que estorba a todos aquellos ciudadanos que honrada y justamente emprenden, arriesgan y deciden abrir sus negocios. Muchos de ellos ahora se ven obligados a cerrarlos porque no pueden trabajar en paz y bajo la protección de la ley. Por falta de voluntad, capacidad o ambas, muchas autoridades eligen el camino fácil, y "pactan la ley". El resultado es una desenmascarada impunidad: los derechos y prebendas de quienes violan la ley valen más que los ciudadanos honrados.
La decencia parece que estorba cuando el crimen organizado soborna, amenaza, chantajea, cobra piso y asesina a quienes se cruzan en su camino, a quienes leales a la justicia y la honradez intentan cumplir con su deber. Así han muerto alcaldes, comerciantes, agricultores, trabajadores, jóvenes, mujeres que optan por el camino de la decencia y se rehúsan a pagar. Hoy en muchos territorios del país, la ley de los delincuentes está por encima del Estado, lo que obliga a los ciudadanos a buscar protección y seguridad, incluso bajo los mismos criminales.
La decencia parece que estorba a los políticos que no quieren someterse al chantaje del presupuesto, a quienes no aceptan dar "comisiones" por adelantado y rechazan aceptar empresas que acompañan estas negociaciones por parte de algunos liderazgos, la decencia estorba e incomoda a quienes no permiten prebendas ni privilegios, ni se coluden en negocios personales y de grupo a cambio de votar una ley o aceptar "línea" y obedecer aún en contra de los intereses de sus votantes, y más grave aún contra lo que conviene al país.
Cuando una autoridad traiciona al ciudadano por presiones o por corrupción está minando nuestra incipiente democracia y le está dando armas al gobierno para que restablezca un sistema de controles que facilita los abusos a la población.
La decencia parece que estorba también cuando algunos gobernantes ofrecen financiar campañas, puestos y candidaturas a cambio de obediencia y sumisión. La decencia estorba cuando existen políticos que creen que todo se puede comprar.
Cuando los ciudadanos padecen el derroche de quienes les gobiernan e impunemente pagan con sus impuestos excesos y frivolidades que en otros países los obligarían a renunciar.
La decencia parece que estorba en una sociedad que no privilegia el mérito individual, sino el compadrazgo. Estorba a los ciudadanos que enfrentan en lo cotidiano la debilidad de nuestras instituciones, cuando quienes hacen negocios con gobiernos se enriquecen en meses y acumulan fortunas que a ciudadanos honrados les costarían generaciones completas. La decencia estorba cuando algunos obtienen enormes ganancias de una renta que jamás tendrían en un mercado con reglas claras y competencia.
Sí, la decencia estorba además a quienes reclaman y merecen justicia. Las familias cuyos hijos o seres queridos han sido secuestrados, amenazados e incluso asesinados y ven salir libres por las puertas de la prisión a los delincuentes, se topan con un muro de impunidad. Estorba también a quienes deciden no sobornar y se entrampan por años en procesos judiciales. Los ciudadanos honrados están en múltiples ocasiones indefensos bajo el amparo de nuestro sistema de justicia.
Es claro que en México hoy parece que estorba la decencia, pero renunciar a ella sería perder la esperanza, la confianza y regalar nuestro futuro. A México lo sostienen las mujeres y hombres trabajadores y honrados.
Si corromper es echar a perder, ha llegado el momento de trabajar unidos a favor de una cultura de la legalidad que es indispensable para hacer viable el estado de derecho. Aún frente a leyes muy elaboradas, como sostiene Leoluca Orlando, sin una cultura de la legalidad, la búsqueda de la justicia y la honestidad quedarán siempre en un segundo plano, por debajo de la corrupción y la impunidad.
Hasta que ser honesto sea más rentable que ser corrupto, es urgente seguir construyendo ciudadanía y reconocer a quienes deciden, no obstante las dificultades y obstáculos, optar cotidianamente por la honestidad, el esfuerzo y el mérito como forma de vida.
Manuel Gómez Morin, reconocido post-mortem con la medalla Belisario Domínguez este año, creía que el esfuerzo de los mexicanos por cumplir su deber permitiría un renacimiento de la ciudadanía, esa ciudadanía que es la "base en la que puede fincarse la vida limpia y libre de una nación".
La respuesta a nuestro malestar social no consiste en hacer de lado la decencia, sino hacer de la decencia una forma de vida y en ponerla de nuestro lado.
jueves, 7 de noviembre de 2013
Las 23 comidas más perfectas del Universo
1. Bocaditos de Papa, Camote y Parmesano con Salsa de Tomate Sriracha
2. Panqueques de galletas Oreo.
Hay tanta creatividad en este mundo. Tanta belleza. Estoy llorando.
3. Hamburguesa con Macaroni y Queso.
Tú, ya para. ¿Ese es el falso Macaroni con queso de Kraft ? Te amo.
4. Empanadas de Banana Con Nutella Hechas a Mano
Fritas fritas fritas fritas fritas fritas fritas fritas.
5. Bistec Marinado en Coca-Cola Y Chilaquiles Fritos.
¿FRITOS? “CÁLLATE”. Comida y Vino, no sabía que te gustaba! ! ! !
6. Sandwich de waffles Eggo con tocino, huevo y queso.
MMMMMM. Esta idea ha EXISTIDO desde los malditos años 50.
9. Galletas de chips de chocolate rellenas de oreo.
Uno de los clásicos. Dominando Internet desde el 2000 y pico.
10. Hamburguesa de queso y doble tocino con emparedados tostados de queso
DIOS, OBVIAMENTE QUE SÍ, ME DUELE EL ESTÓMAGO DE LO BUENO
11. Waffles de Panecillos de Canela
Eso es una galleta o algo así, ¿no? Dame mil de esas.
12. Relleno de Maíz y Salchichas
Sería mejor si todo estuviera frito, pero no me voy a poner quisquilloso aquí.Obtener la receta.
13. Paletas de Margarita
Le daré a esto un 9 sobre 10 hasta que vea qué tan efectivo es para emborracharme.
14. Tarta de Macaroni y Queso con entramado de Tocino
Bien, he creado esta mierda, así que aquí estoy para decir con humildad que es una contribución importante para el mundo, y me pongo de pie sobre los hombros de gigantes, y me gustaria comerme uno de nuevo en estos momentos. Obtener la receta.
15. Sandwiches de Donas Glaseadas con Chocolate untado y Helado de Café
Mira: Aquí arriba, nena, me intimidas, pero ven aquí.
16. Malvaviscos con Bourbon y Tocino
Te ves sucio, vamos a dar un paseo.
17. Triple sandwich de tostadas francesas y queso asado, relleno con huevos poché
Perdona, ¿qué?
En el Shopsin de New York City.
19. Pan con revuelto de Sriracha, Queso Cheddar y Queso Pepperjack
picante picante picante picante picante
20. Helado de Camote con Merengues Quemados.
Ok, Este es un sabor de temporada de los helados de Jeni’s Splendi que no está disponible en el momento. PERO, antes de que me grites, a lo mejor, si todos les escribimos y les pedimos que lo vuelvan a poner este otoño, puede que lo hagan. Porque es una de las cosas más gloriosas que haya probado. También puedes utilizar la receta de helado de camote de David Lebovitz que aparece en su increíble libro de cocina La Cucharada Perfecta, ahora disponible en Scribd, pero tú lo haces sólo con los merengues.
21. Sandwich de queso asado y Kimchi Ramen
jajajajajajajajajaja eso es estúpido, dame un poco.
23. Paletas de crema, durazno y Bourbon
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