Departamento de cocina
Pónganse seis balas en una cacerola previamente calentada hasta el rojo vivo en parrilla eléctrica. Espolvoréense luego en agua bendita obtenida de la pila de la Parroquia de San Judas Tadeo, y mientras tanto va rezando el que las reza con la fe de carbonero: por la gracias de San Judas Tadeo que éstas balas de esta suerte consagradas den en el blanco sin fallar, y no sufra el difunto. Amén”
Me recuerda a la Virgen de los Sicarios
ResponderEliminarSaludos amigo!