Tienes que hacer la llamada que tienes miedo de hacer.
Tiene que levantarte más temprano de lo que quieres levantarte.
Tiene que dar más de lo que obtienes a cambio de inmediato.
Tiene que preocuparte más por los demás de lo que ellos se
preocupan por ti.
Tienes que luchar cuando estás herido, sangrado y adolorido.
Tienes que ir a lo inseguro cuando juegas si lo seguro parece
más inteligente.
Tienes que liderar cuando nadie te sigue todavía.
Tienes que invertir en ti mismo a pesar de que nadie más lo
haga.
Tienes que lucir como un tonto mientras estás buscando las
respuestas que no tienes.
Tienes que trabajar en los detalles cuando es más fácil
encogerse de hombros.
Tienes que entregar resultados cuando ofrecer una excusa es una
opción.
Tienes que buscar tus propias explicaciones, incluso cuando te
dicen que debes aceptar los “hechos”.
Tienes que cometer errores y quedar como un idiota.
Tienes que intentar y fallar y volver a intentarlo.
Tienes que correr más rápido a pesar de que te hayas quedado sin
aliento.
Tienes que ser amable con la gente que ha sido cruel contigo.
Tienes que cumplir con los plazos de entrega irrazonables y
ofrecer resultados sin igual.
Tienes que ser responsable de tus acciones, incluso cuando las
cosas van mal.
Tienes que seguir moviéndote hacia donde quieres estar, sin
importar lo que esté delante de ti.
Tienes que hacer las cosas difíciles. Las cosas que nadie más
está haciendo. Las cosas que te asustan. Las cosas que hacen que te preguntes
cuánto tiempo más podrás aguantar.
Ésas son las cosas que te definen. Ésas son las cosas que hacen
la diferencia entre vivir una vida de mediocridad o el éxito escandaloso.
Las cosas difíciles son las cosas más fáciles de evitar. Para
excusarte. Para fingir que no aplican a ti.
La simple verdad acerca de cómo las personas comunes logran
hazañas increíbles de éxito es que ellos hacen las cosas duras que personas más
inteligentes, calificadas, más ricas, no tienen el valor —o la desesperación—
de hacer.
Haz las cosas difíciles. Puede que te sorprenda lo increíble que
eres en realidad.
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