Últimamente he visto a muchos amigos pasando por esta etapa de transición laboral, yo estuve en dicho proceso un par de veces el año pasado, no es motivo de pena, a veces resulta en un ran crecimiento y otras veces resulta en un gran reto para crecer y recuperar el puesto que solíamos tener.
Parece que es la nueva estrategia en las empresas (sobre todo del sector financiero): deshacerse de empleados que resultan pasivos laborales caros. Esto debido a políticas de reducción de costos que las empresas están enfrentando. Si eres “caro” estás en la mira, y si eres directivo y con muchos años de antigüedad, eres el “target”; y esto independientemente de si has o no dado resultados, si eres o no buen líder, si tienes o no buen equipo de trabajo, o si haces o no sinergias con otras áreas. Cualquiera puedes ser el siguiente en la lista.
Las empresas tienen que cumplir con un número objetivo cuando quieren reducir costos, y como consecuencia es probable que se queden con empleados que ganen menos, y que aunque en ocasiones no cuentan con la experiencia suficiente, puedan sacar el trabajo adelante.
Entonces se da lo inesperado. Tú estás en la lista, y de pronto te ves desempleado, con mucha experiencia y un buen currículum, con más de 45 años y enfrentándote en muchas ocasiones por primera vez al reto de buscar empleo. En mi caso, después de 19 años de una carrera profesional impecable, amanecí un día sin empleo, y con hijos adolescentes en casa, una hipoteca y gastos fijos elevados que hay que seguir cubriendo.
Cualquiera diría que después de 19 años la liquidación da tranquilidad durante un tiempo sin necesidad de prescindir de nada esencial y sin la urgencia de emplearte en lo primero que se te aparezca. Esto es correcto, pero no puedes actuar pasivamente, tienes que comenzar cuanto antes la búsqueda de empleo que, por estadística, en puestos directivos toma en promedio 8 meses.
Por supuesto pasas un proceso de duelo como cualquier relación de tanto tiempo. Se vale deprimirse, se vale llorar y enojarse, o se vale tomar terapia si así lo crees necesario. Pero tienes dos opciones, seguir empeñado en lamentarte por lo que te pasa, o tratar de cerrar el capítulo lo antes posible y seguir adelante. Obvio lo segundo es lo recomendable.
Tienes que hacerte a la idea de que ahora tienes un nuevo empleo. Esto es, tu trabajo es buscar trabajo. ¡Y estamos hablando de un trabajo que requiere un mínimo de 6 horas diarias! No creas que dedicándole un par de horas es suficiente, si realmente quieres reincorporarte a la vida laboral lo antes posible, tienes que dedicarle el tiempo que dedicas a cualquier proyecto en un trabajo de oficina.
Ahora, después de 5 meses y medio de búsqueda activa, 53 entrevistas de trabajo (7 telefónicas y el resto presenciales), y 33 reuniones entre desayunos, comidas y cafés, finalmente me reincorporo a la fuerza laboral. Ha quedado atrás esta experiencia como eso, una experiencia de vida en un periodo de transición.
¿Qué me deja este periodo? Muchas enseñanzas y experiencias, y recomendaciones básicas para los que están enfrentando una situación similar. A continuación las enuncio:
- No estás desempleado, estás en periodo de transición laboral.
Parece sencillo el cambio de conversación, pero es básico para tu actitud y cambio de mentalidad. El hecho de convencerte a ti mismo que esta etapa es sólo una transición al siguiente paso profesional, hará que te sientas activo y dejes los malos pensamientos. Velo como una época de oportunidades, de nuevos retos que seguirán complementando tu carrera laboral, no como lo peor que te pudo pasar. No te lamentes de estar en transición, porque no podrás entonces dar la vuelta a la página y continuar adelante.
- Involucra a tu familia y amistades en tu proceso.
No ocultes tu situación a nadie. Tu familia está para apoyarte en buenos y malos momentos, así como tus amistades. Coméntalo con tu cónyuge e hijos y déjales ver que tu situación es temporal. Si te ven tranquilo, le resta estrés a la situación. Deja en claro a tu círculo familiar o social que por el momento no tienes empleo, porque nunca sabes dónde puede presentarse una oportunidad, o si tus familiares o amigos conocen a alguien que conoce a alguien que está buscando cubrir una vacante.
Te sorprenderá también la cantidad de gente dispuesta a ayudarte y a enviar tu currículum a conocidos. Eso siempre es gratificante.
- Reactiva tu red de contactos cuanto antes.
Es muy común que pierdas contacto con gente con la que has coincidido en la vida, ya sea escuela o trabajo. Es momento de enviar correos o hacer llamadas telefónicas y reactivar tu red de contactos. Según estadísticas, el 80% de la reinserción a la fuerza laboral corresponde a recomendaciones de conocidos, y sólo el 20% restante proviene de contactos directos por buscadores de empleo o Head Hunters.
Por tanto, reactivando tu red de contactos aumentas dramáticamente la posibilidad de conseguir entrevistas y por tanto de reubicarte en el mercado laboral.
Incluso te sorprendería que aquellas personas de las que esperas gran ayuda finalmente no son tan efectivas como aquellas que voluntariamente se proponen ayudarte, que en ocasiones no son tus amistades más cercanas.
Organiza desayunos, comidas o cafés con aquellas personas que quieras volver a ver o aquellas amistades que sabes están bien conectadas en el medio. Siempre es bueno que mantengas vivos estos contactos y no los dejes perder aún y cuando te recontrates.
- Ten actualizado tu perfil de Linkedin de manera profesional.
El perfil de Linkedin resulta en estos tiempos esencial tenerlo actualizado. Si no tienes empleo, no tengas miedo de actualizar tu perfil con la última fecha en la que trabajaste. En el título que te define en tu perfil, trata de poner tus áreas de especialización como si estuvieras leyendo la introducción a tu CV; de esta forma tu perfil aparecerá cuando la gente de atracción de talento busque candidatos.
Te recomiendo que la foto de perfil que utilices sea profesional, de preferencia con fondo blanco, y que vaya de acuerdo a tu “expertise”. Evita que la foto sea de alguna reunión social, o que sea una foto familiar. Recuerda que es un perfil que te ayudará a conseguir tu siguiente reto profesional.
Una red de Linkedin para ser efectiva tiene que tener más de 500 contactos de primera línea, por lo que si tienes menos comienza a invitar gente conocida o profesionales que realizan actividades afines a tu “expertise”. Te sorprenderá lo rápido que puede crecer tu red de contactos.
- Si la empresa que te liquidó te pagó servicios de “outplacement”, no dudes en tomarlos.
Las empresas de “outplacement” aumentan de forma relevante la posibilidad de que consigas empleo. En estas empresas te dan cursos y te ayudan a actualizar tu CV de manera profesional (como máximo se recomienda de dos hojas). Te dan tips y te ayudan a contactarte con Head Hunters o personal de atracción de talento de empresas en las que te gustaría trabajar. No dudes un segundo en sacar todo el jugo a este servicio que ya fue pagado por tu anterior empleador.
En caso que no te hayan pagado “outplacement”, puedes buscar tú mismo pagártelo. Vale la pena cotices algún servicio personalizado, hará una gran diferencia en tu proceso.
- Levántate temprano y realiza actividades como lo hacías cotidianamente.
Como ya lo mencioné anteriormente, tu nuevo empleo es buscar trabajo. El levantarte temprano y realizar actividades que realizabas cuando estabas empleado hará que anímicamente no sientas que no estás trabajando. Haz ejercicio o lleva a tus hijos a la escuela como solías hacerlo, y comienza a trabajar en conseguir tu siguiente reto profesional.
Te recomiendo si te es posible, salir de casa para conseguirlo. Si puedes pídele a un amigo te de “asilo” en su empresa prestándote un lugar mientras estás en tu proceso. O también puedes usar los centros de trabajo que las empresas de “outplacement” tienen designados para gente en época de transición (son lugares donde puedes usar PC y teléfono, y puedes usarlo como “oficina temporal”). Esto te ayudará a sentir que “vas a la oficina” y tu ánimo no decaerá, ya que sentirás que realmente estás trabajando.
- Vístete diariamente como si fueras a trabajar.
Cada mañana ponte traje aunque la corbata la lleves aparte (si eres hombre) o usa ropa de oficina (si eres mujer). Vístete como el puesto al que aspiras, ya que nunca sabes si a mitad del día te llamen de improviso a una entrevista, y qué mejor estar listo cuando esto suceda.
Me pasó y le ha pasado a varios. Como estás haciendo llamadas, aplicando en páginas de empleos y mandando correos, es probable que te citen ese mismo día a entrevista, y lo que menos quieres es decir que no puedes sólo porque no traes la vestimenta adecuada.
- Ensaya las respuestas que darás en tus entrevistas.
La pregunta obligada es: ¿Porqué fuiste parte de la reestructura en tu anterior empleo? No ocultes nada y responde con naturalidad. Ejemplo: “hubo recorte de costos y la reducción en personal se dio en el nivel “top management”, por lo que se redujo la estructura y mi puesto desapareció”.
Te sorprenderá la naturalidad con la que toman la respuesta, ya que es muy común en estos días que se den esos procesos, y ya no preguntarán más. Varios entrevistadores de niveles directivos me comentaron que era un proceso que todos tendremos que pasar en algún momento.
Puntualiza tus logros en cada puesto ocupado en tu carrera profesional. Cuando te pregunten las funciones que tenías, busca siempre la oportunidad de mencionar los resultados obtenidos y cómo estos ayudaron en la consecución de algún objetivo.
Si te es posible grábate y obsérvate, o pide a un amigo que te realice una entrevista simulada. El lenguaje no verbal tiene que coincidir con el verbal, y qué mejor juez que tú mismo para analizar si eres congruente con lo que dices y lo que proyectas con tu cuerpo.
- Aplica a empleos en Linkedin y en los principales buscadores de empleos.
Buscadores de empleo en líneas como Linkedin, OCC, OCC ejecutivo, Indeed, Glassdoor, Bumeran, Lucas5, entre otras, constantemente suben vacantes y por tanto hay que dar de alta el CV en cada una de ellas.
Dar de alta tu perfil en las páginas mencionadas, así como en las páginas de Head Hunters y de las empresas en las que te interesa trabajar es tardado, tedioso y cansado. Prepárate para largas sesiones en línea para dejar todo preparado y te comiencen a llamar.
No esperes que te marquen de los empleos a los que apliques. Por la cantidad de aplicantes a cada vacante es imposible que la persona encargada del puesto contacte a cada uno de estos. Sin embargo, es probable que tu CV haga “match” con lo que buscan y te lleguen a marcar. En algunas ocasiones en las vacantes subidas a la red incluyen los datos de la persona a la que puedes contactar. Si este es el caso puedes enviarle correo personalizado o incluso adecuar tu CV a los requerimientos específicos del puesto.
- Cambia algo en tus perfiles de los buscadores de empleo en línea una vez al mes.
Por lo menos una vez al mes, métete a tu perfil en los buscadores de empleo y cámbiale algo. No quiere decir que agregues un puesto o cambies la redacción mes a mes. Puedes agregar un espacio, poner un punto y seguido o agregar una palabra. Esto es porque cuando los empleadores buscan candidatos, las páginas en las que buscan mostrarán primero los CVs actualizados recientemente, por lo que siguiendo este sencillo consejo, tu CV será de los primeros que aparezcan en sus búsquedas.
- Intenta contactar a los principales Head Hunters de tu especialidad.
El papel que juegan los Head Hunters sigue siendo relevante, y es importante te tengan en mente para oportunidades que puedan llegar a tener. Sin embargo es común que no te tomen las llamadas o no contesten tus correos. Considera que diariamente reciben decenas de correos con CVs e información de gente que busca colocarse en el mercado, por lo que no tienen tiempo de contestar todo lo que reciben.
Trata de invitarlos a tu red de Linkedin o envíales mensajes inbox presentándote y enviando tu CV. Si aún así no logras que te respondan, trata de que alguien te recomiende con ellos, muchas veces al saber que vienes recomendado te entrevistan más rápido.
Verás que tarde o temprano comienzan a llamarte y a citarte a entrevistas, pero recuerda que si no tienen vacante es poco probable que te den entrevista personalizada. Lo relevante es que te tengan presente para vacantes futuras.
- Date el lujo de decir “no” a ofertas que no satisfagan tus expectativas.
No es agradable estar en periodo de transición y decir que no a ofertas laborales. Muchos profesionales toman las oportunidades “por vía de mientras”, por la idea de que es más fácil conseguir trabajo con empleo. Sin embargo, esto es un error, si la oferta que tienes no te llena y no satisface tus necesidades tanto económicas como profesionales, es válido decir que no y continuar con la búsqueda.
Obviamente lo anterior depende del paquete de liquidación que te dio la empresa donde trabajabas, puesto que eso va ligado al tiempo que puedes soportar sin trabajar. En mi caso, dije no a dos ofertas laborales antes de aceptar la tercera. La primera vez que dije no, me deprimí y me acechaba la pregunta de si había o no hecho lo correcto. Sin embargo, ahora puedo afirmar que tomé la decisión acertada.
Espero estas recomendaciones te sirvan si estás en transición laboral o compártelas con aquellas personas que conoces que están pasando por esta etapa.
Mucha suerte a todos en lo que venga, y recuerda que nadie se salva de pasar por este periodo, es completamente normal; en medida de tu esfuerzo empezarás a ver opciones atractivas, toma el empleo que te genere pasión, como dice la frase:
"HAZLO CON PASIÓN O CAMBIA DE PROFESIÓN"
¡Éxito!