miércoles, 20 de diciembre de 2017

Método empírico para admirar a las personas.

Pues sí, nuevamente me quedé sin celular y el experimento comienza de nuevo; sólo que esta vez ya sé lo bien que siente.

Vivir en la cuarta ciudad más poblada del mundo sin celular resulta de lo más atractivo para los que nos gusta observar el comportamiento humano; me di cuenta de las veces en las que sentía la necesidad de sacar el celular y de cómo nos gusta ocultarnos detrás de ese aparato.

una vez que entendí mi comportamiento, comencé a ver a las personas y noté que mi lado "humano" incrementaba, eres más consciente de lo que sucede a tu alrededor si no estás esperando que tu bolsillo vibre o suene con alguna llamada, mensaje o notificación entrante.

y ahí llegó la hermosa pregunta a mi mente, ¿por qué admiramos a las personas?  mi primer respuesta fue pensar en las personas que más admiro como Baden Powell, y lo admiro no sólo por ser el fundador del movimiento scout, si no porque fue actor, pintor, músico, militar, escultor y escritor.

¡Admiramos a las personas por sus cualidades que los vuelven únicos! esa es la respuesta, entonces entiendes que admiras a cada persona de tu alrededor porque sabe hacer muchas cosas mejor que tú y entonces se crea una oportunidad de aprender algo nuevo en cada persona.

¿Por qué admiras a tu madre? ¿Por qué admirarías a tu hermano, amigo, conocido, enemigo?

como siempre, mi mente funciona de otro modo, siempre buscando ser una mejor persona no precisamente satisfaciendo los prejuicios de una sociedad significativamente atrapada en el qué pensarán los demás de ellos.

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