Ahí comienza la historia de mi vida en la capital mundial de las fresas: Irapuato, Gto. Ciudad que me vio crecer por mis primeros 12 años, fue también testigo de mis primeros pasos, de mis primeras palabras incluso de mis primeras travesuras.
Siempre he pensado que madre es la que cría y no la que engendra, así que cada que me preguntan de dónde soy les respondo que de Irapuato, ciudad que por ende tiene el mayor de mi cariño.
Después de esos 12 años, era hora de comenzar la pubertad/juventud y nuevamente hubo que moverse, pero no muy lejos, esta vez Celaya, Gto era el destino y aunque llegué con mucho entusiasmo los resultados no fueron los esperados, no voy a decir que Celaya no me dejo nada, pues algunos de mis amigos más entrañables están en Celaya y algunas de mis mejores experiencias también; Celaya estuvo vigilando mis pasos por 7 años.
Posteriormente se presenta la mejor oportunidad de mi vida... Cambiar de Estado, y así fue como en 2007 Querétaro recibía con los brazos abiertos al aventurero que nunca se calla, con la gran diferencia de que esta vez iba por mi propia cuenta y a una corta edad.
Sin duda es otra de las etapas de mi vida que más he disfrutado, que me ayudó a conocerme, a hacer y deshacer, que me demostró mis alcances sentimentales, aprendí lo que es sufrir, lo que es buscar la felicidad y lo más importante, a ser independiente.
El próximo 15 de mayo, me despido de Querétaro, con un agradecimiento infinito por las personas que me puso enfrente, por los rincones tan guardados que tiene, por cuidarme como me merezco, por permitirme vivir a mi manera.
Y una nueva aventura está por comenzar, una aventura que no temo vivir, aunque tampoco creo que es fácil, pero si la vida me lleva para allá no puedo hacer más que cuidarme y esperar lo mejor.
Con todo mi cariño....
¡hasta pronto Querétaro!
¡Hola Distrito Federal!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Departamento de Letras del Mundo Inentendido,
¡Todas las letras son bienvenidas!